Me encanta la batata (camote o boniato), es dulce pero no tanto y disfruto mucho esa textura suave que tiene cuando recién sale del horno.

La probé por primera vez cuando vivíamos en México, y desde ese entonces compro y pruebo todos los tipos de batata que veo en el supermercado.

De esas recetas que me regaló la pandemia. La he visto en tantos lugares y en tantas versiones que finalmente me atreví a realizarla.

También conseguí la razón para comprar y probar tantos tipos de tomates que hay en el super en esta temporada. 

El pan Babka lo probé por primera vez hace 20 años, lo vendían de canela, picado y listo para llevar en unas bandejas al lado de la caja registradora de la panadería Jeffrey’s. 

Las Medialunas Argentinas me recuerdan a los Cornetti Italianos y a los Cachitos Moran venezolanos. La textura es muy parecida y el sabor cremoso que da la mantequilla al pan también está presente.

Si hace 10 años me hubieran dicho que en el 2020 iba a poder hacer una Focaccia jamás lo hubiera creído. Yo? Haciendo pan en mi casa? Era una idea demasiado remota!